
La energía atómica, tanto de fisión como de fusión es altamente energética. Una reacción nuclear siempre produce calor, tanto si es de fisión como de fusión. Es inevitable, no por problemas técnicos sino por la propia naturaleza del núcleo atómico. Incluso con cantidades minúsculas de "combustible nuclear" se producen gigantescas cantidades de energía. Esto significa que si un hipotético alquimista hubiera conseguido producir fusión, las cantidades de "combustible" que el manejaría producirían una cantidad enorme de calor de forma inmediata. La explosión es un efecto colateral. Si produces una cantidad enorme de calor concentrada en una zona minúscula, el aire que está en la zona se calienta a tal velocidad que se expande con una fuerza "literalmente atómica" expandiéndose y arrasando con todo lo que encuentra a su paso. Todos hemos visto este efecto en imágenes de una bomba atómica. De hecho, esto es lo más sencillo de producir, los reactores nucleares realizan minúsculas "explosiones" atómicas controladas donde el calor producido genera electricidad mediante dinamos.
Para que alguien produzca una reacción de fusión "fría" no solo debe conocer el modelo nuclear, algo que requiere de unos modelos matemáticos avanzadísimos, que ni siquiera el gran Isaac Newton (que también fue alquimista) pudo imaginar y que incluso hoy en día son incompletos.
La parte importante de todo el razonamiento reside en que si alguien hubiera descubierto la fusión fría, de forma similar a como Nobel descubrió la dinamita, no hubiera volado el laboratorio, habría volado su ciudad y alrededores, algo que muy posiblemente no habría pasado desapercibido por la historia. Pero lo más importante es que se habría destruido a si mismo, por lo que no habría ningún posible testigo que diera fe del descubrimiento.