La mente siempre tiende a buscar significados a los acontecimientos al igual que los niños ven caras en las nubes. Esto es debido a la tendencia a antropomorfizar/humanizar que mostramos al interpretar la realidad y tanto nos caracteriza.
Los seres humanos tenemos una motivación para todos nuestros actos y creemos que el universo se comporta como un igual, humanizamos al universo, dotándole de características que no tiene.
Una piedra, como cualquier cuerpo interte, no tiene ninguna intención ni tampoco un meteorito, un planeta, una galaxia o el universo entero, los cuales siempre estarán compuestos de un montón de partículas, átomos y moléculas, que actuan e interactuan sin voluntad propia.