Sin poner en duda su gran capacidad de producción energética y una seguridad que supera con creces la de otras instalaciones similares, el riesgo y consecuencias de su implantación son tan elevados que cuanto menos requerirían de un referendum global.
Afortunadamente no se han producido muchos incidentes nucleares, desafortunadamente con sólo uno el riesgo puede convertirse en una tragedia.