Este mito viene de una mala interpretación del hecho que el 10% de nuestro cerebro está dedicado a las actividades conscientes mientras que el 90% a las inconscientes (que juegan un papel mucho mayor del que pensamos en nuestro día a día.
Este mito viene de una mala interpretación del hecho que el 10% de nuestro cerebro está dedicado a las actividades conscientes mientras que el 90% a las inconscientes (que juegan un papel mucho mayor del que pensamos en nuestro día a día.