
Estrictamente hablando, la Ley de Atracción (no estamos hablando de la atracción gravitatoria) está basada en el supuesto de que todo lo que imaginas en tu mente, mediante imágenes es atraído por ti y hacia ti.
De esta manera, los pensamientos conscientes e inconscientes así como la emociones cambian la realidad que te rodea para producirte experiencias positivas o negativas. A este proceso se le denomina "vibraciones armoniosas de la ley de la atracción". Algunos partidarios de esta ley ven en la Física Cuántica una explicación de este fenómeno, según el cual, siguiendo estas reglas se puede lograr todo aquello que se desea:
- Saber qué es lo que uno quiere y pedirlo al universo (siendo "el universo" cualquier cosa que el individuo acepte como Dios).
- Enfocar los pensamientos de uno mismo sobre el objeto deseado con sentimientos como entusiasmo o gratitud.
- Sentir o comportarse como si el objeto deseado ya hubiera sido obtenido.
- Estar abierto a recibirlo.
El pensar en lo que no se tiene, alimenta el alejamiento de la posibilidad de tenerlo, por lo que hay que evitar pensamientos negativos, ya que el "Universo" los reproduce lo mismo que los positivos.