Este es un concepto que todo el mundo conoce y en el que mucha gente cree. Existen multitud de historias en el que series de acontecimientos de lo más desafortunado tienen en común un protagonista, al cual se le adjudica el "gafe" o mala suerte. He aquí algunos ejemplos:
- Erika y Stefan, una pareja sueca, iniciaron su luna de miel en diciembre de 2010. Junto a ellos llevaban a su pequeña Elinor en un viaje que comenzó en Alemania con algunos infortunios. La "Tormenta de nieve del siglo" les mantuvo retenidos en el aeropuerto varios días. Hasta ahí nada especial, teniendo en cuenta que muchos otros pasajeros sufrieron la misma desdicha.
Tras poner distancia por medio con el frío, se dirigieron a Bali, donde encontraron un auténtico temporal de lluvias amazónicas. En las siguientes etapas en Australia, incendios forestales, inundaciones y un ciclón fueron los nuevos casos de mala suerte.
Finalmente, llegando a Nueva Zelanda (Christchuch), se encontraron con que dos horas antes se había producido un terremoto. Por supuesto, no podía faltar que dos días antes del gran terremoto de Japón y la alerta nuclear, hubieran pasado por Tokio.
- El hombre más gafe de Gran Bretaña: John Lyne, quien ya desde pequeño se cayó de un caballo y fue atropellado por el vehículo de un repartidor. En su adolescencia, cayó, en esta ocasión desde un árbol, y se rompió un brazo en un viernes 13. La ambulancia que le llevaba al hospital también tuvo su propio accidente consecuencia del cual acabó con otra fractura en el mismo brazo. Entre sus infortunios encontramos tres accidentes de coche, un desprendimiento en una mina y dos rayos, entre otros más.
¿Se trata de simples casualidades o realmente estas personas son gafes y atraen la mala suerte? ¿Es una cuestión de "energías negativas" o simples supersticiones?
